Adicción a las drogas.
Cuando ocurre algo malo, bebes para olvidarlo; si ocurre algo bueno, bebes para celebrarlo; y si no pasa nada, también bebes para que pase algo.
Charles Bukoswki.
Se da por entendido que el consumo de SPA va asociado con algún trastorno de la personalidad, aquí mencionaremos una breve introducción para dicha afirmación.
Es bien conocido que buena parte de los sujetos que presentan adicción a drogas, cumplen criterios de uno o varios trastornos de personalidad, así como otros trastornos psiquiátricos (Abbot, 1994).
Entendiendo que una personalidad patológica tiene como características la rigidez, la cronicidad y la desadaptación (Millon 1994; APA 1995), las personas afectadas de un trastorno psiquiátrico como puede ser un trastorno de la personalidad (TP), además de un trastorno adictivo, presentan una idiosincrasia que debe ser comprendida por el clínico que trabaja en el campo de las adicciones.
A su vez, debe ser mayor la sofisticación terapéutica requerida para su adecuado tratamiento (O´Connel 1998; Lehman 1996; Beck 1993 ; Miller 1995, 1996 ).
Por ejemplo, el papel que juega el consumo de drogas en un sujeto con diagnóstico de trastorno antisocial, es bien distinto a la funcionalidad del consumo en un sujeto con trastorno de personalidad por dependencia o, a la de un sujeto que desarrolle un problema de adicción por otras circunstancias y, por tanto, el enfoque de tratamiento también debe adecuarse a cada caso.
La importancia de realizar diagnósticos adecuados resulta básica para poder ofrecer una adecuada asistencia.
Esta correcta evaluación se puede ver dificultada por el prematuro diagnóstico en el Eje I, que en ocasiones puede estar determinado en parte por un trastorno de personalidad en el Eje II.
Puede incluso que no se llegue a tal diagnóstico, pero en ocasiones puede observarse una serie de problemas previos a la adicción donde el consumo de drogas es una opción probable.
Dichos problemas pueden tener sus orígenes en unos patrones rígidos y poco adaptativos, propios de un trastorno de personalidad (Casas 1992)
Algunos autores (Miller 1993; 1995 y 1996; Wojnar 1997; Lehman 1996), aun reconociendo la prevalencia elevada de trastornos duales en drogodependencias, reflexionan sobre la metodología empleada en los estudios como determinante de los resultados obtenidos.
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