Arte terapia.

Y, para empezar, “¿qué es el loco, portador de su enigmática locura, entre los hombres de razón, entre esos hombres de razón de un siglo XVIII aún en sus orígenes? ¿Cómo se le reconoce, al loco, tan fácilmente distinguible un siglo antes con su perfil bien recortado, que hoy debe cubrir con una máscara uniforme tantos rostros distintos? ¿Cómo se le va a designar, sin cometer error, en la proximidad cotidiana que lo mezcla con todos los que no están locos y en la mezcla inextricable de los rasgos de su locura con los signos obstinados de su razón?” Foucault, Michel, (1967, p. 276).

El arte más allá de ser una actividad en la cual se requiere un aprendizaje y cierto grado de técnica, es una expresión del ser humano, una visión particular del mundo.

En este proceso artístico se ven involucradas las personas que son observadoras como los sujetos quienes realizaron la manifestación artística, por lo tanto, se evidencia entonces una relación con los demás y un proceso comunicativo en el cual se interacciona con el otro o los otros.

Para la persona diagnosticada con esquizofrenia, los procesos comunicativos y relacionales presentan alteraciones dados los síntomas negativos y positivos implícitos en la esquizofrenia; es aquí donde la arteterapia entraría al escenario terapéutico como alternativa para que el consultante portador del síntoma y su sistema familiar o red de apoyo establezcan vínculos comprensibles que mejoren la calidad de vida de cada integrante del sistema familiar.

Se quiere reconocer entonces las relaciones vinculares que están en la familia, las dinámicas comunicacionales y consecuentemente como el arte puede ser una opción para mejorar todos estos aspectos del consultante y sus redes de apoyo.